A LA HORA DE PERMITIR NUEVOS MINIFUNDIOS EN EL HOYO.
Llamado a la Reflexión a las Autoridades Municipales.
Muchas laderas de las cordilleras que rodean nuestro valle presentan SEVERAS PENDIENTES, con roquedales fracturados, despeñaderos, cavas y regueros. Nuestro valle descubre el semblante subyacente de intensos conos de deyección, asuntos que no debemos desconocer ni desatender a la hora de permitir nuevos loteos y urbanizaciones sobre el valle bajo.
Si estamos totalmente incapacitados para evitar los incendios forestales, POR FAVOR, INTENTEMOS EVITAR EL RIESGO EROSIVO.
Si luego de dos incendios sucesivos y devastadores no existe la menor disposición por parte de los organismos responsables provinciales por siquiera limpiar una hectárea de fosfopinar extrasucio, sometiéndonos en adelante a la constante de vivir rodeados de creciente combustible; a la hora de derogar ordenanzas de planeamiento ambiental y de dar curso a la catarata de minifundizaciones que con obvio frenesi inmobiliario proponen cantidad de vecinos, entre herederos de chacras originales y nuevos compradores, todos sometidos a la fiebre de la AITU (Acelerada e Incontenible Tendencia Urbanizante), rogamos a las autoridades que, a la hora de analizar permitir nuevos minifundios, que POR FAVOR TENGAN EN CUENTA EL MAPA DE RIESGO EROSIVO para EVITAR INSTALAR MAYOR CANTIDAD DE PERSONAS EN SITIOS CON SEMEJANTE TIPO DE AMENAZA.
No olvidemos que habitamos una zona sísmica.
50 personas bajo riesgo erosivo, un problema
500 personas bajo riesgo erosivo, un drama
5000 personas bajo riesgo erosivo, una catástrofe.
NO LA INCENTIVEMOS CON DECISIONES IGNORANTES DEL ESPACIO QUE HABITAMOS.
Como lo afirmamos antes y hoy lo volvemos a repetir, no importa ni incumbe ya el Mapa de Zonas o de Zonificación del Plan Territorial, que además de obsoleto, con la intensidad de la AITU que padecemos, sería completamente inaplicable e incontrolable,
PEEEERO... rogamos a las Autoridades Municipales que al menos se fundamenten en el Mapa de Riesgo Erosivo desarrollado durante el presente Plan Territorial que señala dónde podemos y dónde NO CONVIENE POBLAR.
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Riesgo Erosivo
Valle Central de El Hoyo
Erosión en el Paraje El Pedregoso
Paraje El Desemboke
Los conos de deyección de Tributarios Torrenciales
Breve reflexión acerca del Asambleísmo y la Democracia Representativa
En nuestras localidades, cada cuatro años elegimos gobierno. Intendente y Consejo Deliberante constituyen los departamentos ejecutivos y legislativos respectivamente que se hacen cargo de encausar las políticas territoriales bajo el dominio municipal.
Durante la pasada década hemos observado la actuación de diversidad de Asambleas Públicas, trabajando respecto a cantidad de temas. En particular en nuestro municipio, hemos transitado el esfuerzo del Consejo Consultivo de la Reserva de Usos Múltiples Lago Epuyén, que incluye a los municipios de El Hoyo, de Epuyén y a la Dirección Gral de Bosques y Parques del Chubut, y al Plan Territorial Participativo, encausado por una la Fundación Patagonia Sustentable y el respaldo de Universidades Regionales.
Considerando el hecho del voto popular a favor de una fuerza que triunfa para hacerse cargo de la gestión de gobierno en representación de la comunidad, resulta contradictorio que la vecindad persiga reunirse en Asamblea para tratar temas de competencia municipal en organizaciones fuera de los contextos elegidos por voto del pueblo, es decir el poder ejecutivo y legislativo municipal. Dichas asambleas públicas, llegado el caso tal vez puedan tomar decisiones que sean de competencia municipal, pretendiendo reemplazar al poder elegido o incidiendo sobre las decisiones que las autoridades elegidas pudieran tomar. Este condicionamiento que imponen las asambleas públicas extra contexto gubernativo puede suponer un condicionamiento que las Autoridades Municipales no estén dispuestas a tolerar, en razón de ser los referentes elegidos por votación, mientras que las Asambleas Públicas no.
Cabe agregar para desmedro del Asambleísmo local que ha actuado en los dos casos citados como ejemplo, el del Consejo Consultivo y el del Plan Territorial, no han resultado adecuados a la hora de definir Políticas de Gestión, Planificación y Control. En el primer caso resplandece la evidencia de que - salvo la contención al ingreso de embarcaciones a motor al Lago Epuyén - el esfuerzo ha resultado un completo fracaso. Desde que se comenzó a tratar el asunto de la Reserva, además de los graves hechos de violencia que conocimos respecto a una familia histórica del lago, hemos sido testigos de que año tras año, las cordilleras contenidas en la reserva se quemaran irremediablemente. Para colmo, el total abandono respecto a la limpieza de los temibles pinares a cargo de la Dir. Gral de Bosques y Parques del Chubut, ha contribuído desfavorablemente a acrecentar el combustible para tales eventos, y, no se escuchó en todos los pasados años antes ni después de los infernales incendios recientes, que no solo comenzaron dentro de la reserva sino que afectaron severamente territorios más allá de la misma.
La incompetencia del Consejo Consultivo para Gestionar y dirigir los esfuerzos a evitar la propagación de incendios ha sido absoluta, ineptitud que verificamos en los descuidadísimos pinares que se quemaron el pasado enero y en todas las forestaciones aún en pié, enfermas de sirex, profusas en intensos renovales y con un grado de descuido asombroso.
Respecto al Plan Territorial, hemos de admitir que como lo indicamos oportunamente en la carta enviada al HCD en 2010, a nuestro juicio, cuando se encaró dicho Plan, ya era tarde para ese tipo de gestión, tal como lo exhibe el Modelo de Colapso de El Hoyo, además de admitir que no resulta viable para una zona afectadas por semejante Acelerada e Incontenible Tendencia Urbanizante, pretender realizar un ordenamienteo territorial en base a una zonificación con cantidad de imprecisiones.
Como lo hemos señalado arriba y antes, la única posibilidad para ordenar el desarrollo eficientemente es a través de una Herramienta de Gestión, y, tal herramienta es un Mapa de Riesgo, a partir del cual tendremos pautas de rigor técnico fehaciente para controlar, analizar e impedir o permitir los desarrollos y minifundizaciones que la comunidad proponga y el gobierno convenga en alentar.
Finalmente y para sintetizar: un gobierno representativo democráticamente elegido difícilmente aceptará que organizaciones o asambleas extragubernativas puedan condicionarle en su gestión.
Lo descripto, constituye la principal razón
Disculpen Uds. mi esclerótica impertinencia siempre tan ingrata al frenesí inmobiliario y mercantil imperante en nuestra Comarca.
alejandro barzi - 30 junio 2012
Invito a releer las Hipótesis de Riesgo