Crecimiento acelerado de cantidad de pequeñas viviendas en la bajada hacia El Hoyo por la ruta 40 arribando desde el norte.
Habremos de comprender y concebir una nueva perspectiva para entender nuestra realidad territorial y re enfocar nuestras expectativas de valle con impronta campestre hacia un poblado creciente, inevitable, incontenible, hacia una sucesión de barrios crecientes sobre los bajos anegados y zonas de riesgo erosivo.
En vista de que no resulta posible sostener la perspectiva rural sobre nuestro valle consecuencia del acelerado e incontenible crecimiento de edificaciones, imagino que tendremos que comenzar a concebir otro tipo de forma de contener, otro tipo de regulaciones, ya no pretendiendo lo que resulará prácticamente imposible de aplicar.
Loteo repentinamente surgente a mediados de 2011 en el Callejón Trafián.
La sucesión de hechos consumados y el limitadísimo control que puede ejercer un municipio con severo déficit de personal idóneo capacitado para abordar y regular el desarrollo de un área tan vasta y tan llena de proyecciones individuales, induce a pensar en otros modelos, en otras posibilidades para orientar hacia un crecimiento deseable, en la medida de lo posible. - Entendemos que proponer ¨imponer un límite al desarrollo¨ resulta inadmisible en un lugar donde la mayoría está convencida de que el crecimiento es un hecho imposible de detener, y, muy difícil de orientar hacia lo deseable, especialmente considerando la creciente demanda de espacio para radicar viviendas de tantos, y particularmente de jóvenes nuevos ingresantes a la vida familiar sumada a la incontenible inmigración de un constante creciente de varias familias por mes que se radican en nuestro ejido.
A esta altura de los hechos y teniendo en cuenta que habitamos un territorio tan overo e inhomogéneo donde sería imposible encontrar un sitio igual al otro, sea por pendiente, posición cardinal, altitud, ecosistemas involucrados, insolación, influencia de los vientos y todos los detalles menores que busquemos, resulta necesario repensar la situación.
Quienes llegamos hace 35 años ansiábamos que todo quedara como estaba entonces, pues a esa tranquilidad aspirábamos. Sin embargo, no fuimos capaces de sostenerla ya que tras nosotros, como un torrente creciente e interminable, siguieron llegando familias y personas aspirando radicarse persiguiendo lo mismo, despertando progresivamente a que cuantos más llegábamos, más se alejaba la belleza paisajística, la calidad ambiental y la tranquilidad social de nuestra región que tanto nos han beneficiado hasta el presente.
Muchos de quienes llegaron hace diez años y se radicaron en el campo contribuyendo al minifundio y edificando viviendas hoy se rasgan las vestiduras por quienes llegan ahora edificando en sitios inconvenientes, que comprometen el paisaje, el ambiente y la tranquilidad y se encuentran que, como nosotros los llegados antes, avasallados por un creciente y desubicado desarrollo incontenible que conduce al hacinamiento.
Por otro lado como en la overa realidad geográfica del territorio resulta casi imposible realizar generalizaciones, pretender zonificar con precisión significaría generar mapas semejantes a la compleja piel de un leopardo, y aún así, no reflejarían la realidad perfectamente.
Por lo tanto, más que generar un ¨Código de Planeamiento basado en Zonificación¨ de un territorio donde es imposible generalizar las características de tantos ecoespacios imbricados, resultaría mucho más sensato generar un muy buen Mapa de Riesgo Geológico y determinar las zonas amenazadas y sus riesgos anteponiendo a toda propuesta de desarrollo la debida advertencia de dicho riesgos y amenazas que pueda suponer desarrollar en los sitios peligrosos.
Cada desarrollo a proponerse hemos entendido que tendrá obligatoriamente que contar con su proyecto debidamente planteado al municipio, quién frente al Mapa de Riesgo Geológico, estudiará in situ la existencia o no de limitantes concretos directos y se expedirá mediante sendo informe, dejando a total criterio del emprendedor encarar o no aquello que suponga exposición a riesgo, haciéndole firmar al locatario un documento que libre de responsabilidad al municipio de ocurrir alguna contingencia señalada como posible, liberándole de toda responsabilidad civil o penal. Así, el compromiso de cómo hacer las cosas quedará enteramente en manos del emprendedor, como las costas y responsabilidad de haber seguido o no las recomendaciones surgentes del mapa de riesgo.
Por otro lado, de aceptarse todos los loteos que se están proponiendo, sería muy sano y recomendable que nuestro municipio lograra una intensa plusvalía respecto a esos minifundios ya que las ganancias de venta de lotes de los loteos comparativamente exceden por mucho las ganancias que pueden obtenerse por la venta de parcelas mayores.
De resultas es un beneficio otorgado en base a un pedido individual que merece trasladarse a la sociedad impidiendo así que se incentive la voracidad inmobiliaria insaciable y minifundizante a la que hoy estamos totalmente expuestos por carecer de estos mecanismos, los cuales no necesariamente dependen de un Código de Ordenamiento Territorial sino de Sensatez en el Desarrollo ante riesgos y amenazas advertidas.
- rogamos que las dos últimas imágenes de esta entrada sean interpretadas como ¨ironías de una realidad posible¨, la cual confiamos que por ¨Sensatez¨, no llegue a ser probable -